El capítulo se desarrolla de una forma trágica, puesto que la joven protagonista Sookie (Anna Paquin) se encuentra, al llegar a casa, con el cadáver ensangrentado de su abuela, la anciana Adele Stackhouse. La policía sabe que tantas muertes sólo pueden provenir de la mano de sus nuevos vecinos, los vampiros, y el primero del que sospechan es Bill (Stephen Moyer), quien se encuentra totalmente volcado en apoyar a la joven. Por su parte, Jason, compite con el vampiro por consolar a Sookie, lo que acaba provocando una discusión entre los dos pretendientes de la chica.