El Osito Paddington se fue del lejano Perú y encontró un nuevo hogar con la familia Brown en Londres. Entre otras cosas, sus nuevas aventuras lo llevan directo a la televisión, donde pronto se pierde y aparece repentinamente en numerosos programas. Los Browns no podían creer lo que veían en casa frente a la TV. Paddington también tiene una nueva pasión: las apuestas de caballos. Con la ayuda de su amada mermelada de naranja, determina al ganador.