Vídeo : Squid Game

En la vasta oferta de series disponibles hoy en día, *Alice in Borderland* (2020) se destaca como un auténtico fenómeno dentro del género de ciencia ficción y thriller. Basada en el aclamado manga de Haro Aso, esta serie japonesa nos sumerge en una realidad paralela donde la supervivencia está en juego. La trama sigue a Ryōhei Arisu, interpretado por Kento Yamazaki, un joven obsesionado con los videojuegos, quien junto a sus amigos se encuentra atrapado en un Tokio desolado. Desde el primer episodio, somos testigos de cómo deben participar en juegos mortales que determinan su destino.

La primera temporada cuenta con ocho episodios llenos de acción y giros narrativos que mantienen al espectador al borde del asiento. Cada juego está diseñado con una complejidad aterradora y se representa mediante cartas que simbolizan diferentes niveles de dificultad y riesgo. A medida que avanzan los episodios, Arisu y sus amigos deben enfrentarse a desafíos cada vez más peligrosos mientras intentan encontrar una salida a este mundo aterrador. El diseño visual impresionante y la dirección hábil logran crear una atmósfera tensa e intrigante que recuerda a clásicos del cine como *Battle Royale* o *Cube*.

Uno de los aspectos más destacados de la serie son sus personajes profundamente desarrollados. Kento Yamazaki da vida a Ryōhei Arisu, un protagonista cuyas luchas internas resuenan con muchos jóvenes espectadores; su relación con Yuzuha Usagi (Tao Tsuchiya), quien también enfrenta su propio duelo personal tras la muerte de su padre, añade una capa emocional significativa a la narrativa. Además, otros personajes como Chishiya (Nijirō Murakami) y Niragi (Dōri Sakurada) aportan dinamismo al elenco con sus personalidades intrigantes y motivaciones ocultas. Esto convierte cada interacción entre ellos no solo en emocionantes momentos de acción sino también en profundas exploraciones sobre las relaciones humanas bajo presión extrema.

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