Volando solo a unos cientos de pies sobre el desierto, seis aviones de combate WW2 monomotor se colocan en posición para el espectáculo más destacado de las Reno Air Races. Y con 30.000 espectadores mirando desde abajo, vuelan trazando un óvalo de ocho millas a casi 450 millas por hora. Compitiendo en un Mustang P-51 altamente modificado llamado 'El fantasma galopante', la leyenda local Jimmy Leeward está decidido a establecer un nuevo récord de velocidad. Pero a mitad de la carrera, su avión de repente se desploma, perdiendo el control y se estrella contra el asfalto frente a las gradas. Es uno de los peores accidentes aéreos de todos los tiempos, y los investigadores llaman al mejor amigo del piloto para que los ayude...