Astrid y Raphaëlle descubren un ojo humano en el fondo de un tarro de cebollas. Al mismo tiempo, en Burdeos, Alexandra examina un cadáver al que le han extraído los ojos. Cuando el juez decide unir las piezas del rompecabezas, Astrid, Raphaëlle y Alexandra se dan cuenta de que van a tener que trabajar juntas...