Hei llega al núcleo, donde le espera una Amber con apariencia de niña. Con su último suspiro, hace que Hei comprenda que pasará si deja que destruya la puerta y de su condición entre los contratista y los humanos. Con las decisiones claras, Hei termina por destruir el acelerador, salvando el futuro de los contratista y los humanos.