Ellie y Gedeon se las arreglan, con la ayuda de Brunner, para hacer contacto con el asesino. Los dos investigadores tratan de ganarse su confianza para tratar de anticipar cual será su próxima víctima y se enteran que un político está siendo atacado. Después de haber sido incapaces de evitar el asesinato, deciden poner una trampa al asesino tomandose cirtas libertades con las reglas de la ética...