Atraídos por la suculenta recompensa que ofrece Grayza por la captura de John Crichton, un grupo de caza recompensas toma posesión de la nave mientras éste y Noranti estaban fuera. Crichton deberá recurrir a al aliado más inverosímil para intentar liberar a los demás, ahora prisioneros de los caza recompensas. El juego del gato y el ratón se verá complicado por las finas capacidades de escucha de los caza recompensas (capaces de oír el latido de un corazón a través de una pared) o por su capacidad para leer los pensamientos.