Sebastian, Claude y Hannah remaron en un bote con el cuerpo de Ciel hacia una isla remota. Hannah dice que tanto Sebastian como Claude lucharán en un verdadero duelo de demonios por el derecho a reclamar el alma de Ciel. Después de quitar la espada demoníaca de su cuerpo, Hannah coloca la espada en una cueva y los dos mayordomos demoníacos comienzan su duelo. Ambos mayordomos se llevan la espada de un lado a otro pero ninguno logra dar un golpe fatal. Sebastian, sintiéndose confinado por la cueva, usa la espada para dividir la isla por la mitad creando una gran fisura en el suelo. En el limbo, Ciel y Alois comentan sobre la pelea, y Ciel dice que Alois no entiende las motivaciones de Sebastian. Alois reconoce el punto y se disculpa por usar a Ciel para sus propios fines. La batalla parece estar en un punto muerto hasta que Claude aterriza en una roca que cede debajo de él, lo que le hace perder el equilibrio.