El príncipe heredero de Jororo acompaña a sus compañeros de equipo cuando su equipo de béisbol llega a Hawái para jugar contra el equipo de T.C. y se instala en la propiedad como medida de seguridad contra las amenazas de muerte que ha recibido. Thomas entabla amistad con el niño, que está ansioso por escapar de los ojos siempre vigilantes de sus guardaespaldas y su institutriz, y que tiene la desagradable costumbre de escapar cada vez que se presenta la oportunidad. Cuando los terroristas intentan asesinar al joven príncipe, Thomas hace todo lo posible para protegerlo de los enemigos de su padre, que resultan estar más cerca de lo que nadie imaginaba.