La maldición que pesa sobre el padre Kieran se encuentra muy avanzada y Camille está dispuesta a hacer lo que sea para mantener a su tío con vida, por lo que le pide la ayuda de Josh y un médico de la ciudad para someter a Kieran a una terapia de choque. Marcel llama a Klaus para que apoye a Camille. Mientras tanto, atentado en el pantano provoca que Hayley salga a la caza de Marcel, a quien cree responsable; así mismo, lo ocurrido da a Oliver la oportunidad de liderar a la multitud furiosa y con sed de venganza. Tras el fracaso de su plan, Camille le pide a Klaus convertir a Kieran, con la esperanza de terminar la maldición, sin embargo, Genevieve revela que tarde o temprano volverá. Marcel le revela a Hayley que él no es responsable del ataque e intenta convencerla de dejar la ciudad para mantenerla a salvo.