Bobby se ve obligado a elegir entre sus responsabilidades para con su cliente y la vida de una niña de 7 años cuando su cliente conoce el paradero de la niña secuestrada, pero se niega a divulgar su ubicación a menos que reciba un acuerdo cómodo. William Hinks, el asesino en serie absuelto, comienza a acechar a Lindsay. Mientras tanto, Scott Wallace, cada vez más agitado, es despedido de su trabajo e intenta convencer a su empleador de que merece ser recontratado.