Si hay algo que nunca cambia para un policía, es que siempre se encuentra con el odio y la ingratitud. No menos para Leah, que tiene que escuchar las constantes quejas de su abuelo. Igualmente inconsolable es la relación de Sara y Magnus, que sigue tambaleándose. Mientras tanto, Faye y Dani se han movido en las sombras, casi como si estuvieran ocultando algo. Pero tras una tragedia en Estocolmo, todo cambia. El odio a la policía se convierte en amor. Jurek pasa de estar furioso a estar triste. Se da voz a los sentimientos no expresados de Magnus y Sara. Faye y Dani -en una lucha desesperada por conseguir que una mujer deje a su marido maltratador- están cada vez más cerca de contar su secreto. Y el malestar público en la comunidad se convierte en terror.