Noah nació como el decimotercer príncipe de un vasto imperio, una posición que lo mantenía alejado de cualquier expectativa relacionada con la sucesión imperial. Debido a ello, vivió una vida libre y despreocupada, dedicándose a disfrutar del feudo que le fue otorgado. Sin embargo, la paz en la familia imperial se vio interrumpida con la inesperada muerte del príncipe heredero antes del fallecimiento del emperador. Este evento desató una intensa lucha por la sucesión entre los príncipes restantes.