“Un pestañeo y se esfuma, un momento, un suspiro. El baile de las efímeras… suficiente para toda una vida”. Poetisa Ulatempa "Ritmos", CY 9825
La tripulación de Andrómeda evacua una nave que está a punto de explotar en un colapso final que matará a muchos de los viajeros si los tripulantes de la Andrómeda no logran sacarlos. Rommie le asegura a Dylan que la estación donde se encuentran ha sido atacada con lo que parece varias cabezas nucleares. Ante la cercanía de varias naves armadas han de salir de la estación ya que en un momento dado los atacan y la estación es destruida. Andrómeda se marcha justo a tiempo, pero las naves la persiguen y atacan. Dylan está poco dispuesto a aguantar y aunque él intenta negociar cuando se da cuenta que son los Than (raza de insectos), unos aliados, pero no consigue ninguna respuesta.
Beka, Trance y Rommie tratan de curar a los pacientes, pero los pacientes están inconscientes y en condición crítica. Trance especula que puede ser provocado por armas pero Rommie determina que en realidad son armas biológicas. Ella dice que el agente biológico no parece extenderse por el aire, pero no puede determinar el vector de infección, y esto al parecer se extiende muy rápidamente.
La flota Than bombardea a la Andrómeda con misiles por lo que a la nave le cuesta aguantar el ataque. A causa de su sistema inmunológico débil, Dylan pide a Harper que se vaya a la Maru, donde tendrá un sistema ambiental separado, y menos posibilidad de infección. Pero Harper quiere quedarse y ayudar. Dylan insiste. Andrómeda logra escaparse por la estela pero ha recibido muchos daños.
A pesar de sus esfuerzos los pacientes mueren y Beka parece haber contraído la enfermedad. Rommie ha determinado que los parásitos se propagan a lo largo del sistema nervioso del anfitrión, y esto se acelera cuando el paciente está inconsciente. Por lo tanto, es importante que Beka se mantenga despierta, pero le queda poco tiempo de vida.