Moya y su tripulación se dirigen a un puesto fronterizo rascat fingiendo ser un grupo de espías infiltrados entre los sebacianos, hinerios, etc; y que regresan para informar de sus progresos. En el puesto fronterizo se toparan con la nave donde está prisionera Aeryn y, sobre la marcha, llevarán a cabo un plan para retener a la nave en la frontera y poder rescatar así a Aeryn. Como era de suponer, ni el plan A, ni el plan B funcionan como se esperaba.