Todos están convencidos de que Nino Scotellaro está muerto. Un drama para su esposa Luvi y su hermana Leonarda. En realidad, Nino está vivo y bien y se encuentra en un pueblo remoto alojado por Don Salvatore Tracina, la única persona capaz de ayudarlo. Así nació una inverosímil alianza que transformará al magistrado Nino Scotellaro en el mafioso Balduccio Remora, un primo sudamericano.