Meredith se dedica a hacer punto en el bar ante el asombro de Derek y Joe (Steven W. Bailey) mientras los demás disfrutan con un partido de baloncesto. Se trata de su particular forma de mantenerse casta. Y además mejorar sus habilidades quirúrgicas. Izzie también hace punto mientras aturulla a Denny Duquette (Jeffrey Dean Morgan) con los problemas de George que está muy distinto desde que sale con la doctora Callie Torres (Sara Ramirez), mientras Izzie está cada vez más unida con Denny. Mientras Cristina, que no soporta perder, ve como la pareja George-Callie minan su pequeño reducto de paz familiar con juegos en los que nunca gana; quiere que George se vaya de su casa pero ha de echarlo Burke ya que según ella es su mascota. Pero Cristina tiene que asistir a un seminario y uno de sus compañeros será su jefe lo cual le causara algunos problemas.
Alex es demasiado directo y sincero durante una operación con Burke por lo que este le recrimina su poca sensibilidad de cara a los pacientes y le insta a cambiar. Cuando le explica a la paciente, la señora Beatrice Carver (Laurie Metcalf) que padece una metástasis en su pared pectoral es lo más suave que puede la paciente no asimila realmente que es el final.
La paciente de Addison es Molly Thompson (Mandy Siegfried), una mujer de 22 años en su octavo mes de embarazo y trasladada de otro centro porque su bebé padece una hernia diafragmática congénita. El tratamiento consiste en una operación para agrandar los pulmones del feto y aunque no es una operación fácil Addison ya tiene experiencia en ese campo. George se encuentra con un visitante que pregunta por Meredith al reconocerlo se da cuenta que es Thatcher Grey (Jeff Perry), el padre de Meredith, que ha ido a verla. Pero no es la única hija a la que ha ido a ver.
Bailey comienza a cabrearse porque sus colegas desde que es madre no le dejan trabajar y sólo quieren que se ocupe de su niño, y ella se siente madre pero también cirujana, aunque su
En el vasto universo televisivo, raras veces una serie logra combinar con tanta maestría acción trepidante, drama emocionante y personajes profundamente humanos como lo hace 'Chicago Fire'. Esta producción estadounidense nos brinda una mirada fascinante a las vidas de los bomberos y paramédicos que trabajan en el Departamento de Bomberos de la ciudad de Chicago, específicamente en la estación 51. Con doce temporadas disponibles y más de 248 episodios para disfrutar, cada uno más emocionante que el último, esta serie se ha ganado un lugar destacado en nuestras pantallas.
El corazón palpitante de 'Chicago Fire' son sus personajes. Kelly Severide (Taylor Kinney), Christopher Herrmann (David Eigenberg), Joe Cruz (Joe Miñoso), Randy 'Mouch' McHolland (Christian Stolte), Wallace Boden (Eamonn Walker), Matthew Casey (Jesse Spencer), Sylvie Brett (Kara Killmer), Stella Kidd (Miranda Rae Mayo) y muchos más forman parte de este impresionante desfile de héroes cotidianos. Cada uno aporta su personalidad única al grupo, tejiendo una red compleja de relaciones interpersonales que hacen que cada episodio sea tan rico y lleno de matices.
Detrás de cada llamada de emergencia, rescate y situación de vida o muerte que estos valientes enfrentan, encontramos historias humanas conmovedoras. 'Chicago Fire' no solo trata sobre la acción y el peligro inherente a la profesión de bombero, sino también sobre las luchas personales, los conflictos emocionales y la camaradería que surge cuando se trabaja codo con codo en situaciones extremas. Esta rica mezcla de drama personal e intensidad laboral es lo que ha convertido a 'Chicago Fire' en un éxito entre los espectadores.