La famosa leyenda europea del doppelganger (el gemelo diabólico de una persona viva) recorre este nuevo relato, probablemente el más aterrador de toda la serie. Una familia recoge a un individuo en la carretera y bajo una lluvia torrencial. El sujeto enseguida ataca al padre, que iba al volante, y todo termina en un grave accidente donde no hay muertos pero sí desaparecidos. Mientras el hombre trata de reestablecerse, su esposa termina descubriendo algo pavoroso. El remate de la historia es bastante simple, pero todo lo que va pasando trasmite cada vez más tensión, gracias a la brillante actuación de Anna Calder-Marshall, y también a planos y secuencias donde el miedo a perder el control y el descuido en situaciones desconcertantes están siempre vigentes. Este episodio fue dirigido por el canadiense Alan Gibson, realizador de Los ritos satánicos de Drácula (1974) y también de otro notable relato de esta serie, The Silent Scream. Para la serie Journey to the Unkown había hecho dos más.