El reciente estreno de Número 23 (Joel Schumacher, 2007), con Jim Carrey, tenía algo que ver con este episodio, solo que el número era el 9. El empleado de la morgue de un hospital comienza a obsesionarse con la cifra, a partir de que creyó haberse infectado por un hombre que murió suponiendo que era víctima de una conspiración satánica y donde el número en cuestión aparecía por todos lados. El grado de demencia llega a un punto tal que el protagonista entra a sospechar de todos, hasta de sus seres queridos. Por supuesto que la tensión psicológica nos recuerda al mejor Polanski, y la locura (¿por qué no?) a aquel capítulo de Dimensión Desconocida donde William Shatner creía ver un monstruo en el ala del avión donde viajaba. El asunto es saber si las coincidencias no son casuales o bien si todo está dentro de la cabeza del protagonista. Un episodio distinto, original, bastante llamativo, violento y a la vez entretenido, que oficia de broche de oro para la serie.